Manuel Barrero, responsable de Tebeosfera, nos hace llegar la siguiente nota informativa de interés:
UN AÑO DE CÁRCEL PARA ANTONIO MARTÍN, DIRECTOR DE EL BATRACIO AMARILLO
El Batracio Amarillo, revista granadina de humor gráfico e historietas satíricas que cumple por estas fechas diez años de vida, ha sufrido un grave revés: su director, Antonio José Martín Merlo, alias Gato, dibujante y redactor satírico, ha sido condenado a desembolsar más de 8.000 euros para satisfacer sanciones y costas procesales y a cumplir un año de prisión por haber publicado viñetas, epigramas y otros escritos de carácter humorístico.
El polémico alcalde de Motril, Luis Manuel Rubiales López, cuyas actividades al frente del Ayuntamiento han sido puestas en solfa por los medios locales en ocasiones, no deja de ser noticia. La asociación ADEVA le ha acusado recientemente de emitir declaraciones injuriosas contra sus propios administrados -a los que adjudicó en público actitudes fascistas, terroristas y cobardes- y, hace dos meses, miembros de los tribunales con los que aparentemente mantiene buena relación han fallado a su favor en un proceso de injurias y calumnias en el que se hallaban implicados humoristas. El señor Rubiales también había tachado de fascistas a estos humoristas en su publicación propagandística progresista y de izquierdas La Verdad...
Las razones que han motivado la pena de un año de cárcel para A.J. Martín Merlo y las multas asociadas fueron: una historieta más una sopa de letras satírica en las que se caricaturizaba a un alcalde rapaz, a lo que habría que sumar un pasatiempo sardónico y un epigrama elaborados con el mismo objetivo (denunciar la supuesta corrupción), todo ello publicado en el núm. 38 de la revista El Batracio Amarillo. Por estos cuatro actos de humorismo gráfico y escrito fue condenado A. Martín Merlo a multa e indemnización como autor de un delito de calumnias y de otro de injurias. Se interpuso recurso de apelación y el día 1 de abril de 2004 fue dictada sentencia por la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada en virtud de la cual se desestimaban ambos recursos. En consecuencia, el dibujante que firma "Gato" está obligado a cumplir un año de prisión y a la pena de multa de 1.800 euros más otra indemnización de 6.000 euros; a lo que hay que sumar las costas procesales.
La dimensión de la pena se explica por concurrir el factor reincidencia. Antonio Martín había sido condenado anteriormente por un delito de faltas sobre la base de textos satíricos publicados en El Batracio Amarillo, y también por haber respondido en la Cadena COPE de Motril al alcalde tras haber tildado éste de "loco" al director de la publicación humorística. Martín fue absuelto por esta causa, pero el Tribunal Superior de Justicia modificó la sentencia.
Es el mismo Tribunal el que condena ahora a Martín. Y contra este fallo sólo cabe recurso de revisión y anulación. Con fecha de 18 de mayo de 2004 se interpuso recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por haber estimado concurrente en la resolución del tribunal condenatorio la violación del derecho fundamental a la libertad de expresión y de información, así como el derecho a obtener una sentencia motivada. Sin ánimo de desacreditar a los miembros del Tribunal que falló la sentencia, consideramos que en este asunto habría que haber tenido en cuenta la dimensión pública del satirizado, el carácter colectivo del hecho denunciado en la publicación y toda la jurisprudencia que sobre el particular se ha pronunciado durante los últimos diez años. El Batracio Amarillo no debiera ser condenarlo por un acto comunicativo que constitucionalmente puede ser tenido por veraz, relevante y proporcional en relación al carácter humorístico de la publicación, cuya visión jocosa, irónica, satírica o sardónica de la realidad política local no es sino una lógica consecuencia de la libertad ideológica, el pluralismo y el espíritu abierto que significan a una sociedad democrática como la española.
El poder judicial parece haber hecho un favor al poder político con esta sentencia. Poderes relacionados en Granada, aparentemente, a la vista de la carta que el alcalde denunciante dirigió al Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía para interesarle en actuar contra la publicación El Batracio Amarillo, y también a juzgar por otro escrito del citado Fiscal Jefe dirigido a los Juzgados de la provincia con el fin de satisfacer la petición del político. Así parece que funciona el blindado mundo del poder...
El Batracio Amarillo sigue siendo, diez años después de su nacimiento, la "revista de humor serio para un país de risa", y en su núm. 110, de mayo de 2004, Gato se dibuja a sí mismo irónicamente bajo el "peso" de la justicia en la página del editorial.
A la vista de este fallo condenatorio bien estaría acometer alguna acción, actividad, proyecto o publicación que partiese de los profesionales del humorismo o de la historieta españoles (gremios hasta la fecha caracterizados por su actitud comprometida en contra de la represión) con el fin de demandar públicamente el acoso que sufre la prensa satírica por parte del poder. Los que se hallen interesados en ayudar, al menos anímicamente, al condenado o deseen recabar más detalles de todo el proceso, pueden ponerse en contacto con el editor de El Batracio Amarillo, Javier Martín, escribiendo a: batracio@eresmas.net o llamando a: 629775132
Escrito por Javier A. en 9 de Junio 2004 a las 04:04 PM