13 de Abril 2005

Entrevista a Pablo G. Callejo

Edicions DePonent ha editado el primer álbum de Bluesman, la nueva obra del duo artístico formado por el guionista estadounidense Rob Vollmar y el dibujante leonés Pablo G. Callejo, cuya obra de debut The Castaways fue todo un éxito de crítica y público.
Aprovechando la ocasión hemos querido entrevistar a Pablo para conocerle un poco más y que nos hable sobre su nueva obra, Bluesman.

¿Cuando y cómo comenzaste a mostrar interés por el dibujo?

- Lo cierto es que no puedo recordarlo. Los primeros dibujos que conservo son de cuando debía de tener tres años, le hacía dibujos a la por entonces novia de mi hermano mayor en las cartas que éste le enviaba. A partir de ahí, el dibujo ha sido una obsesión casi enfermiza durante toda mi vida. Nada se salvaba: los apuntes, los márgenes de los libros de texto, los pupitres... A día de hoy, siento una necesidad casi física de dibujar, si paso un par de días sin hacer unas líneas, me subo por las paredes.

¿Qué tebeos solías leer de pequeño?

- Siempre he sido un lector voraz, tanto de literatura escrita como de tebeos, pero por las circunstancias, leía lo que había: Bruguera y algo de material francés y belga. Más tarde, con 12-14 años, tuve la suerte de vivir el “boom” de los 80:el Víbora, el Metal Hurlant, el Totem, las revistas de Toutain, el Madriz, Cairo...

¿Puedes decirnos cuales crees que han sido tus influencias en tu obra, y qué autores te han marcado más en tu dibujo?

- Pues remitiéndome a la respuesta anterior: una amalgama que va de Richard Corben a Sergé Clerc, de Nazario a Daniel Torres, de Federico del Barrio a Juan Giménez, de Fernando Vicente a Gilbert Shelton... En fin, que no, no puedo deciros cuáles han sido mis influencias.

¿Cuando decidiste dedicarte a dibujar tebeos más o menos profesionalmente?

- En el año 2000. Con 32 años. Me lo tomé con calma, lo sé.

Cuéntanos cómo conociste a Rob Vollmar, tu guionista que vive en Estados Unidos, y cómo surgió la posibilidad de colaborar con él en The Castaways

-Por aquella época, cuando me planteé dibujar profesionalmente, pensé que ya puestos a tocar puertas, no había ninguna razón para no tocarlas donde parecía haber una gran actividad de editoriales independientes: Estados Unidos. Envié varias muestras y, sorprendentemente, casi todas las editoriales respondieron –favorablemente o no, pero siempre muy amables-. Absence of Ink, una pequeña editorial que por aquel entonces estaba en pleno lanzamiento, hizo una oferta firme poniendo varios guiones sobre la mesa, entre ellos el primer capítulo de “Castaways”, que llamó mi atención inmediatamente. A partir de ahí, todo lo demás.

The Castaways, vuestro primer trabajo juntos, cosechó muy buenas opiniones tanto de la crítica como del público e incluso fue nominado como mejor Número Unitario en los prestigiosos Premios Eisner, ¿como vivisteis todo este reconocimiento que recibisteis con vuestra primera obra? ¿Lo esperabais?

- Bueno, para serte sincero, yo no. El editor y Rob Vollmar estaban más confiados, porque sabían que en las nominaciones se estaba potenciando a las editoriales independientes, pero yo no tenía muchas esperanzas: dos autores y un editor nuevos y desconocidos, con su primera obra... A mí me cogió un poco de sorpresa. Eso sí, el día que salieron las nominaciones, estuve caminando un palmo por encima del suelo.

Tras el éxito de The Castaways vuelves a trabajar con Rob Vollmar en Bluesman, ¿puedes contarnos cómo es vuestro método de trabajo y como os las apañáis para trabajar a distancia?

- Es un poco atípico, pero para nosotros ha sido un proceso natural a lo largo del tiempo. No conozco a Rob personalmente, ni tan siquiera hemos hablado por teléfono. Nuestra comunicación ha sido exclusivamente por correo electrónico, pero aun así puedo asegurar que tenemos un grado de compenetración y una relación tan personal que resulta complicado explicar. Habitualmente, él me envía los guiones, hago un primer boceto rápido, comentamos dudas o modificaciones, hago los lápices y entinto. Luego, a la vista del resultado, pueden surgir nuevos cambios, pero ya es más fácil hacerlos una vez escaneadas las páginas, retocando con el ordenador. Cuando hemos terminado, copio los ficheros a CD y los envío al editor.

Cuéntanos que podemos encontrarnos en tu nueva obra Bluesman.

- “Bluesman” es una historia sobre vidas difíciles en una época muy dura. Los músicos de Blues eran una especie muy particular, rechazados por la sociedad blanca anglosajona dominante –por ser estos músicos, en su mayoría, gente de color-, pero también por los campesinos negros que les veían como unos sinvergüenzas que aspiraban a ganarse la vida sin estropearse las manos. Al mismo tiempo, los bluesmen eran una parte importante de esas sociedades rurales negras, al ser el único entretenimiento que tenían los trabajadores para evadirse de sus duras vidas. En “Bluesman” se relata el día a día de dos músicos, Lem Taylor, un guitarrista inocente y poco fajado en la vida, e Ironwood Malcott, un pianista, perro viejo, que ha pateado todas las carreteras. Veremos sus penurias, su búsqueda de un plato caliente y de un lugar donde dormir, sus oportunidades de salir del agujero y ganarse la vida con la música, y los obstáculos que van a tener que afrontar para conseguirlo.

El primer álbum de Bluesman ya ha sido editado en Estados Unidos por Absence of Ink Press, ¿qué acogida está recibiendo al otro lado del charco?

- En términos de crítica, muy buena. Los principales sitios web de crítica de cómics han hecho reseñas muy favorables. En términos de ventas, aún es pronto para saberlo (nada nuevo: los datos de ventas suelen ser desesperantemente lentos).

Además de en Estados Unidos y ahora en España, ¿va a ser editado Bluesman en algún otro país?

- En realidad, el primer lugar donde se publicó fue en Francia, por Editions Akileos. La edición francesa también ha tenido muy buena acogida, ha sido seleccionada para formar parte de “La Tebeoteca Ideal” del Centre Nationale de la Bande Desinnée et de l’Image de Angoulème.

Tanto en The Castaways como en Bluesman, Rob Vollmar y tú estáis contando historias enmarcadas en una época muy concreta de la historia norteamericana, ¿es algo que hablasteis entre los dos o fue idea de Rob?

- Rob, entre otras muchas ocupaciones con las que se gana la vida, es músico. Toca la guitarra, tanto en sesiones de estudio como con dos bandas regulares. Y ama el Blues. Si a esto añadimos que se siente muy motivado –y conmovido- por la dura vida que tuvieron que llevar sus antepasados inmediatos (sus abuelos y bisabuelos eran granjeros de Oklahoma, de los que tuvieron que buscarse la vida tras la “Dust Bowl” y la Gran Depresión), tenemos los ingredientes perfectos para que se sienta atraído por aquella época histórica.

Con Bluesman imagino que habrás tenido que documentarte profusamente para darle veracidad a la historia, ¿has encontrado muchos libros con fotografías sobre esa época y sobre instrumentos musicales?

- Cierto, además soy un maniático de la documentación. En “Castaways” estaban documentados hasta los faroles que utilizaban los ferroviarios, imagina. Es un trabajo un poco ingrato en la medida que la mayoría de los lectores no van a ser conscientes, pero imprescindible para darle un poco de veracidad a la historia. Una vez leí a un autor –no sé si era Moebius o Juan Giménez- que decía que le gustaba la ciencia ficción porque no tenía que documentarse, le bastaba con inventarlo todo. Mi caso es el contrario, me gusta documentarlo todo, y si hacemos referencia a una época histórica concreta, con más razón. Además, el proceso de documentación es una forma de meterte en la historia, para dibujarla con más sentimiento. Ves esas fotos de jóvenes negros de hace 75 años, divirtiéndose en el juke house tras una dura jornada en el campo, y es... No sé, pensar que ya están todos muertos y que estaban allí pasándoselo tan bien... Es una sensación extraña, me gratifica muchísimo. Habitualmente utilizo internet, hay bancos de imágenes para aburrir sobre lo que necesites. También tiro de libros en la Biblioteca, pero menos.

Puedes contarnos cómo te organizas un día de trabajo.

- Bueno, dibujo principalmente por las tardes y noches. Las mañanas las empleo en el trabajo que me da de comer, que no está relacionado con el cómic ni con la ilustración, qué le vamos a hacer, hay que pagar las facturas... Me gusta dibujar de noche, cuando todo queda en silencio, escuchando música muy bajito. Soy muy lento trabajando, de nuevo por culpa de ser tan maniático con la veracidad de lo que estoy dibujando. Tengo que dibujar cada detalle, cada sombra, y eso lleva un montón de tiempo. Puedo pasarme hasta una semana con una página, dependiendo del grado de detalle que requiera.

¿Qué tipo de materiales utilizas a la hora de dibujar, usas algún papel, plumilla o pincel especial?

- Siempre he pensado que cuenta más la habilidad que el material. Pero hay que reconocer que un buen material ayuda a conseguir mejores resultados. No soy maniático con marcas determinadas, un buen papel apto para tinta, unos pinceles y estilógrafos es todo lo que necesito. Últimamente estoy probando una tableta digitalizadora, pero no sé, no sé, prefiero mancharme los dedos.

Edicions De Ponent acaba de editar el primer álbum de Bluesman, ¿has terminado de dibujar los tres álbumes de Bluesman?¿Cuándo aparecerán las siguientes entregas?

- El segundo libro está prácticamente terminado (queridos editores franceses, si leéis esto, que sepáis que ya no hace falta que me mandéis a esos amigos vuestros a partirme las piernas, voy a terminarlo ya mismo). En Francia y Estados Unidos aparecerá tan pronto como esté terminado. En España creo que aparecerá hacia el otoño.

Hasta ahora has dibujado siempre los guiones de Rob Vollmar, ¿te gustaría dibujar tus propios guiones o te sientes más cómodo dibujando guiones ajenos?

- Creo que cualquier dibujante aspira a ilustrar sus propios guiones. Naturalmente, es más cómodo dibujar guiones ajenos, especialmente si te entiendes bien con el guionista. Pero, ¿qué puedo decir? Siempre me siento como si me faltara algo, como si “la criatura” no fuera del todo mía. Es posible que pronto haya algo escrito por mí, por ahora es un proyecto, pero...

¿Si se diera la posibilidad, con que otros guionistas te gustaría colaborar?

- No soy especialmente mitómano en este aspecto. Me basta con que el escritor sepa lo que hace, y que la historia “me llegue”.

Si escribieras tus propias historias, ¿qué tipo de historia te gustaría dibujar?

- Vale, allá vamos... A ver si sé explicarlo, me gustan las historias en las que los individuos se involucran en momentos históricos importantes. Creo en aquello de que la historia colectiva es un conjunto de historias individuales, por ahí van los tiros de mis ideas para posibles historias.

¿Cuales serán tus próximos proyectos cuando acabes Bluesman?

- Teniendo en cuenta mi ritmo de trabajo, estamos hablando del año que viene. Vivo demasiado al día como para pensar a tan largo plazo, je, je. En serio, hay algunos contactos con editoriales francesas, como resultado de mi viaje al Festival de Angouleme, pero por ahora no puedo –ni quiero, para evitar el mal fario- concretar más, estoy en una fase muy inicial de un posible proyecto.

¿Qué autores y tebeos sigues actualmente?

- Soy un desastroso lector de tebeos, entendido”desastroso” como poco enterado. Últimamente he leído a Seth, Ware, Peeters, Luis Durán, Dupuy y Berberian... Aunque esto no es representativo de mis gustos actuales, en realidad leo todo lo que cae en mis manos... No soy para nada excluyente, aunque hay que escoger un poco por razones económicas.

¿Qué les dirías a tus lectores para que compraran Bluesman?

- No sé, siempre me ha resultado un poco violento esto de venderme... Les diría que es un libro hecho con el corazón, que no se va a parecer a casi nada que hayan leído antes, y que ha gustado a mucha gente que –a priori- entiende del tema, así que es posible que también les guste a ellos. Y que tendrán nuestro eterno agradecimiento, si lo hacen.

Pues eso es todo, muchas gracias Pablo, y espero que Rob y tú tengáis con Bluesman el mismo éxito o más que el que tuvisteis con The Castaways.

-Gracias a vosotros, ha sido un placer.

La entrevista con ilustraciones y una tebeografía de Pablo G. Callejo la encontrarás aquí.

Escrito por Javier A. en 13 de Abril 2005 a las 06:55 PM