Hacía mucho que no disfrutaba tanto con la lectura de Odio, el genial tebeo creado por Peter Bagge. Reconozco que últimamente compraba la serie por inercia y que la serie no me llenaba tanto como lo hicieron los primeros tomos, los de blanco y negro, tomos que precisamente este mes va a reeditar La Cúpula, y cuya compra os recomiendo sin dudarlo.
Odio es para mí uno de los mejores tebeos alternativos que se hicieron en los 90, y como decía antes, para mí la serie perdió algo de frescura coincidiendo con su paso a color, también es cierto que la vida de Buddy Bradley cambió, digamos que el viejo Buddy sentó la cabeza, y claro, no era lo mismo que en sus comienzos, cuando todo era sexo, drogas y rock & roll.
La magia de los primeros números parecía perdida en las últimas entregas, Bagge llevaba la serie con el piloto autómatico, pero ha sido gracias a este último tomo editado hace unos meses por La Cúpula que he vuelto a reconciliarme con las desventuras del viejo Buddy.
Tras muchos meses de soltería, desde que Lisa le dejara, Buddy vuelve a ligar y consigue mojar de nuevo.
En la primera historia de las dos que componen este divertido tomo nos encontramos con un Buddy amoldándose a eso de vivir en el cuarto trasero de la tienda de la que es dueño, y además veremos como descubre el apasionante mundo de internet.
En Vida de soltero, la segunda historia del tomo, Buddy, tras una serie de citas a cada cual más desastrosa, tendrá una divertida cita a ciegas preparada por su hermana, con una mujer totalmente opuesta a nuestro héroe y veremos como su romántica cita no acaba como lo tenía planeado.
Todos tenemos un Buddy Bradley en nuesto interior, y es que quién no se ha visto alguna vez identificado en alguna de las divertidas situaciones que nos cuenta el señor Bagge.
Gracias a este tomo he vuelto a reconciliarme con Odio, ya espero con impaciencia que se edite la próxima entrega.